AÑO: 2008
DURACIÓN: 125 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Steven Spielberg
GUIÓN: David Koepp (Historia: George Lucas, Jeff Nathanson)
MÚSICA: John Williams
FOTOGRAFÍA: Janusz Kaminski
REPARTO: Harrison Ford, Cate Blanchett, Shia LaBeouf, Karen Allen, John Hurt, Ray Winstone, Jim Broadbent, Ian McDiarmid, Joel Stoffer
PRODUCTORA: Paramount Pictures / Lucasfilm
WEB OFICIAL: http://www.indianajones-lapelicula.es
Valoración: 7.
Algunos fans irredentos del arqueólogo más famoso del mundo pensaron que esta película sería la segunda venida de Cristo sobre la tierra, el acontecimiento cinematográfico del año y que muchos de los hijos nacidos después del 22 de Mayo del 2008, fecha del estreno, llevarían por nombre Indiana y nacerían con un látigo debajo del brazo, pero nada más lejos de la realidad. ¿Es la cuarta entrega de las aventuras del doctor Jones una mala película? En absoluto. ¿Era lo que nos esperabamos? Eso depende. ¿Y de qué depende?, os preguntareis vosotros y cierto grupo que desde hace años interpreta la misma canción. Pues del sentido común con el que vayais a verla. Si vais con poco, sufrireis y os cabreareis, pero si pagais una entrada para vosotros y vuestra sensatez, opinareis como yo, que era el único cierre posible para la saga iniciada allá por el año 1981 con la espléndida En Busca del Arca Perdida, la primera y la mejor de toda la franquicia.
Diecinueve años después, tanto de la primera parte, como en la trama, nos encontramos en el año 1957 con un Dr. Henry Jones avejentado aunque todavía en plena forma pero próximo al declibe, no sin cierta añoranza del pasado y los que ya no están (como se refleja en una de las escenas de la película, que espero identifiqueis) en una época alejada ya de la segunda guerra mundial y la amenaza nazi, zambullidos en plenos años 50, con lo que dichos años trajeron consigo: la guerra fría, el despertar de la era pop, el cine pulp y de serie B, la amenaza nuclear, la carrera espacial, el interés por los temas ufológicos, el anti-comunismo y el miedo y la desconfianza de la sociedad norteamericana de esa década.
He aqui uno de los aciertos de la película, al retratar este contexto histórico de manera solvente y entrañable, con profusión de guiños apoyados por cliches muy evidentes no exentos de cierto romanticismo. Todo ello sirve al director para actualizar el personaje sin perder su esencia y reflejar de paso la situación actual de los Estados Unidos, que ha cambiado la amenaza roja por la del integrismo islámico y la satanización del comunismo por el recelo hacia la cultura árabe. Nada nuevo bajo el sol, de hecho.
El argumento, que haría las delicias de Iker Jimenez, nos cuenta como nuestro carismático héroe del látigo se enfrenta a la malvada Irina Spalko (Cate Blanchett), mano derecha de Stalin en asuntos paranormales, con el objetivo de devolver una caravela de cristal de enigmático origen al lugar donde pertenece.
Tras esta libertad que se toma el guión, puesto que Stalin murió en 1953 y no creo que en 1957 pudiera ordenar buscar nada, aunque ya se sabe lo libre que es Spielberg con esto de interpretar la historia si os da por ver Amistad, el bueno de Indy se las verá y se las deseará para cumplir con éxito su misión, acompañado en esta ocasión por una troupe que ni la de Almodovar, compuesta por el joven Mutt Williams (Shia Labeouf), el personaje de Marion Greenwood (Karen Allen), que ya aparecia en la primera parte, el demente profesor "Ox" Oxley (John Hurt) y "Marc" George McHale (Ray Winstone), este último, junto con el personaje interpretado por John Hurt, me temo que un tanto prescindibles en la trama.
Todos los puntos anteriores, aunque de relativa importancia, son accesorios si logramos ver esta cuarta y última entrega de las correrías de Indy con una visión clara de lo que pretende ser: "Indiana Jones y El Reino de la Calavera de Cristal", es una reunión de viejos amigos ante la gran pantalla. Unos, estan detrás de la cámara, son tito Spielberg, George "barbitas" Lucas y Harrison Ford y hacen un resumen de una forma de entender y de hacer el cine de aventuras que esta a punto de morir y que no regresará posiblemente nunca más, con tintes autoparódicos y si, con menos brillo del esperado, todo hay que decirlo. Se toman unas cervezas, terminan la película y le dan una última oportunidad al arqueólogo antes de su retiro.
Al otro lado, estamos nosotros, los espectadores, la generación que creció cinematográficamente a finales de los 70 y principios y mediados de los 80, que se despide de su sombrero y de su látigo, sabiendo ya que ni el héroe de nuestra adolescencia ni el adolescente que fuimos, regresará jamás. Pero tanto Spielberg, como nosotros, podemos guardarnos un as en la manga. Indiana y lo que representa, sigue vivo en la era digital, esta más arrugado y panzón y puede que no sea tan rápido, pero en este 2.008 se le ha dejado un hueco en las salas de cine y en nuestros corazones, antes de empezar a cobrar la pensión contributiva.
De manera que, un respecto para el Dr. Henry Jones Jr. Demonios, se lo ha ganado.
Diecinueve años después, tanto de la primera parte, como en la trama, nos encontramos en el año 1957 con un Dr. Henry Jones avejentado aunque todavía en plena forma pero próximo al declibe, no sin cierta añoranza del pasado y los que ya no están (como se refleja en una de las escenas de la película, que espero identifiqueis) en una época alejada ya de la segunda guerra mundial y la amenaza nazi, zambullidos en plenos años 50, con lo que dichos años trajeron consigo: la guerra fría, el despertar de la era pop, el cine pulp y de serie B, la amenaza nuclear, la carrera espacial, el interés por los temas ufológicos, el anti-comunismo y el miedo y la desconfianza de la sociedad norteamericana de esa década.
He aqui uno de los aciertos de la película, al retratar este contexto histórico de manera solvente y entrañable, con profusión de guiños apoyados por cliches muy evidentes no exentos de cierto romanticismo. Todo ello sirve al director para actualizar el personaje sin perder su esencia y reflejar de paso la situación actual de los Estados Unidos, que ha cambiado la amenaza roja por la del integrismo islámico y la satanización del comunismo por el recelo hacia la cultura árabe. Nada nuevo bajo el sol, de hecho.
El argumento, que haría las delicias de Iker Jimenez, nos cuenta como nuestro carismático héroe del látigo se enfrenta a la malvada Irina Spalko (Cate Blanchett), mano derecha de Stalin en asuntos paranormales, con el objetivo de devolver una caravela de cristal de enigmático origen al lugar donde pertenece.
Tras esta libertad que se toma el guión, puesto que Stalin murió en 1953 y no creo que en 1957 pudiera ordenar buscar nada, aunque ya se sabe lo libre que es Spielberg con esto de interpretar la historia si os da por ver Amistad, el bueno de Indy se las verá y se las deseará para cumplir con éxito su misión, acompañado en esta ocasión por una troupe que ni la de Almodovar, compuesta por el joven Mutt Williams (Shia Labeouf), el personaje de Marion Greenwood (Karen Allen), que ya aparecia en la primera parte, el demente profesor "Ox" Oxley (John Hurt) y "Marc" George McHale (Ray Winstone), este último, junto con el personaje interpretado por John Hurt, me temo que un tanto prescindibles en la trama.
Todos los puntos anteriores, aunque de relativa importancia, son accesorios si logramos ver esta cuarta y última entrega de las correrías de Indy con una visión clara de lo que pretende ser: "Indiana Jones y El Reino de la Calavera de Cristal", es una reunión de viejos amigos ante la gran pantalla. Unos, estan detrás de la cámara, son tito Spielberg, George "barbitas" Lucas y Harrison Ford y hacen un resumen de una forma de entender y de hacer el cine de aventuras que esta a punto de morir y que no regresará posiblemente nunca más, con tintes autoparódicos y si, con menos brillo del esperado, todo hay que decirlo. Se toman unas cervezas, terminan la película y le dan una última oportunidad al arqueólogo antes de su retiro.
Esta persecución a través de la jungla,
es un giro más de tuerca a las que le precedieron en
anteriores entregas de la saga.
es un giro más de tuerca a las que le precedieron en
anteriores entregas de la saga.
Al otro lado, estamos nosotros, los espectadores, la generación que creció cinematográficamente a finales de los 70 y principios y mediados de los 80, que se despide de su sombrero y de su látigo, sabiendo ya que ni el héroe de nuestra adolescencia ni el adolescente que fuimos, regresará jamás. Pero tanto Spielberg, como nosotros, podemos guardarnos un as en la manga. Indiana y lo que representa, sigue vivo en la era digital, esta más arrugado y panzón y puede que no sea tan rápido, pero en este 2.008 se le ha dejado un hueco en las salas de cine y en nuestros corazones, antes de empezar a cobrar la pensión contributiva.
De manera que, un respecto para el Dr. Henry Jones Jr. Demonios, se lo ha ganado.
10 comentarios:
Yo ni la tumbo ni la aplaudo fervosamente, hay momentes en que brilla ese sentido de la maravilla que hace tanto tiempo que no se ve en el cine, pero hay otros bastante flojos también, uno se pierde en esa trama tan forzada y los malos son los peores de la saga, hay que ver como charlan tan amigablemente con Indy, parecen coleguillas y todo...
Yo creo que la carencia fundamental que tiene esta película es que sabe un poco a plastico, algo que no ocurría con ninguna de las anteriores. A pesar de eso, la encuentro superior a "El Templo Maldito".
Un saludo.
Me ha gustado, pero tengo que reconocer que no soy objetivo con Indy, el poster que dibujó Drew Struzan para el Templo maldito preside la habitación del ocio de mi casa, y aún conservo las tres películas en VHS grabadas de telecinco en el 1991, mi heroe favorito de niño desde que vi El templo maldito en un cine de verano en el 85. Así es fácil que me gustase, solo tenia que salir Harrison Ford calándose el sombrero para ganarme.
La película es muy entretenida, todos los iconos de los años Cincuenta están bien representados y Harrison Ford esta en buena forma. Personalmente, lo único que podría criticar es la fotografía de Janusz kaminsky, es demasiado bonita y limpia.
Y algo que no comprendo es a la gente que su temática de ciencia ficción no le parece apropiada pero no tienen problemas en creer en copas que dan la vida eterna o arcas con poder divino.
Hay que ir al cine y disfrutar, no vayáis con los cuchillos afilados.
Fijate que a mi "El Templo Maldito" me parece la más floja de todas. Opino como tú que a una película como esta no se puede ir con los cuchillos afilados, entonces no la vas a disfrutar jamás.
En cuanto a la temática, me parece tan válida como cualquier otra y las alusiones a la imposibilidad física de muchas de las secuencias está totalmente fuera de lugar, porque esa es precisamente una de las características que se le presuponen a las aventuras de Indiana Jones. Además, hay mucha autoparodia durante toda la película y multitud de imagenes autoreferenciales del cine de Spielberg, que parece que mucha gente no ha querido o no ha sabido ver.
Como ocurre en este tipo de estrenos, se crean excesivas expectativas y luego pasa lo que pasa, despotricamiento al canto. Es más, creo que si con la edad que ya tenemos muchos de nosotros, vieramos por primera vez "En busca del Arca Perdida", echariamos pestes. ¿Por qué? Porque ya somos perros viejos y hemos perdido la inocencia y la capacidad de sorpresa que teniamos en el 81. Lo que resulta mas duro es darse cuenta de que las nuevas generaciones ni siquiera han podido tener eso, saturados desde la cuna por el más díficil todavía, una de las razones por la que el cine de aventuras de siempre esta muerto y sepultado, como Indy tras esta película, aunque este funarel se ha oficiado con honores de gran héroe.
Un saludo.
Coincido contigo Anchiano en lo de "El templo maldito". De hecho a la rubia ya la podía acertar una bala perdida en la escena inicial y librarnos de gritos y estupidez innecesaria. Casi me quedaba con una asiática hierática, callada e inteligente (puestos a empezar en Shangai...).
La nueva, la ví el día del estreno. Y me encantó... A pesar de las quejas de algunas de las personas que vinieron conmigo, sobre todo por las escenas finales (las chicas se enfadaron mogollón...ya te imaginas por qué).
Un saludo!
La rubia es Kate Capshaw, la esposa de Spielberg, a la cual conquistó el rey midas de hollywwod durante el rodaje de "Indiana Jones & The Temple of Doom". Spielberg dice siempre que en esa película "la chica me la llevé yo".
Un saludo.
A mi no me ha decepcionado, Harrison Fond aguanta muy bien el tipo del personaje (el papel de su vida) y la película es muy entretenida. Lo que pasa es que hemos crecido, y eso ya es inevitable, pero siempre es agradable encontrar a un viejo amigo
Si, creo que han cambiado más los seguidores de la saga, que el propio personaje, de ahi la razón de algunas furibundas decepciones.
Alguien ha apuntado por ahi que es posible que Indy continue sus aventuras en la pequeña pantalla, porque parece claro que Lucas, a la vista de la recaudación de la película, no va a dejar en paz al arqueólogo asi como asi.
Coincido con casi todo lo comentado aquí, aunque para mí 'El templo maldito' es superior a la última, pero supongo que es la más floja de 'trilogía original'. Aquí dejo una opinión más desarrollada de 'El reino de la calavera de cristal'.
Por cierto me mola mucho tu blog. Ya estoy sindicado. :P
"El templo maldito", no es que sea peor, sino que parece como un punto y aparte en las aventuras de Indiana Jones. Es que cuando sus enemigos no son los nazis, la cosa flojea, creo yo. Ya sabes aquello de que la razón de ser de un héroe se la suele dar la entidad de sus enemigos.
Pues muchas gracias por visitar el blog, sindicarte y me alegro mucho que te guste, me has hecho un poquito más feliz. Aunque llevo más de dos semanas que no posteo nada, a ver si me pongo un poco las pilas, que tengo cosa pendientes que escribir. ¡Incompatibilidad de actividades!
Un saludo.
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