sábado, 19 de marzo de 2011

Un largo adiós.

Creo que no posteo en el blog desde hace casi un año y eso debe de significar algo. Sí, lo han adivinado. Es el momento de echar el cierre a un blog que inicié hace ahora cuatro años, en principio con modestas intenciones.

 

Con el paso del tiempo y posteo tras posteo, la gente comenzó a visitarme y a comentar mis tonterías, cosa que nunca os agradeceré lo suficiente. El espacio que en un principio destiné a hablar de mis proyectos profesionales y mis intereses creativos, fue dando paso a críticas de cine hechas con más o menos tino, noticias y artículos de diferentes temáticas. Llegó un momento en que posteaba a un ritmo de tres artículos diarios, y no solo en mi propio blog.

 

Después de trasladarme a vivir a Extremadura desde la capital por motivos laborales, el ritmo de estos posteos decreció hasta que he caído en la cuenta de que el blog se encuentra en un estado de total abandono por mi parte.

 

Las razones de ello son varias, aunque el motivo principal es la inversión de mi tiempo frente al ordenador en las redes sociales, que se han convertido en una herramienta mucho más directa con la que compartir información, debatir y difundir enlaces provechosos. Este al menos es mi caso. Puedo comentar en Facebook varios links al día y crear debates prácticamente al instante, o sumergirme sin salvavidas en las cenagosas aguas de Twitter, una red que cada día me fascina más.

 

Sin embargo, tengo intención de abrir un nuevo blog con un enfoque totalmente diferente, más universal y no centrado en el cine o la animación, pero que no suponga una obligación para mi, como llegó a ser Anchiano. Cuando lo tenga listo, lo anunciaré aquí como rúbrica, despedida y postrera evolución de un blog que fue el reflejo de una época muy importante de mi vida.

 

Un abrazo.

domingo, 25 de abril de 2010

The Road (2009), de John Hillcoat.

TÍTULO ORIGINAL: The Road
AÑO: 2009

DURACIÓN:112 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: John Hillcoat
GUIÓN: Joe Penhall (Novela: Cormac McCarthy)
MÚSICA: Nick Cave
FOTOGRAFÍA: Javier Aguirresarobe
REPARTO: Viggo Mortensen, Kodi Smit-McPhee, Charlize Theron, Robert Duvall, Guy Pearce
PRODUCTORA: Dimension Films / 2929 Productions
WEB OFICIAL: http://www.widepictures.es/theroad/

 

Valoración: 8.

 

The Road, basada en la novela de Cormac McCarthy del mismo título, y ganadora del premio Pulitzer de ficción en el año 2007, conserva bastante de la particular visión que el escritor tiene de nuestra sociedad occidental, una visión fundamentalmente desencantada y un pelín fatalista, como ya pudimos comprobar en la oscarizada No es país para viejos, inspirada en su anterior novela, publicada en el 2005.

 

Un padre y su hijo (Viggo Mortensen y Kodi Smit-McPhee respectivamente) recorren en busca de la costa unos Estados Unidos devastados por algún tipo de catástrofe natural o guerra nuclear (tanto en el libro como en la película nunca se menciona la causa), que ha acabado con las plantas y los animales. Los que no se han muerto aún de hambre, optan por el canibalismo para sobrevivir. De la sociedad que existió una vez, no ha quedado el menor rastro.

 

No os dejéis engañar por los escenarios apocalípticos o los elementos sci-fi que la película pudiera tener a priori, ya que estos son exclusivamente un medio y no un fin para la historia que se nos quiere contar, que no es más que la lucha titánica de un padre para salvar el cuerpo y la mente de su hijo. El afán del padre por transmitir al chico unos valores adecuados dentro de un entorno extremo y profundamente hostil, es el que vertebra toda la cinta, mientras los suyos propios se van diluyendo poco a poco en las aguas de la supervivencia.

 

Aunque la película, de una ambientación y fotografías sobresalientes, pudiera parecer árida, gris y descorazonadora, insufla esperanza dentro de los caminos metafóricos que transita.

 

Resulta un tanto extraño y digno de mención el papel que la madre juega en la película, interpretada por Charlize Theron, un personaje en mi opinión débil, cobarde y conformista, que en estos tiempos de corrección política podría haber levantado ciertas suspicacias entre el público femenino. En mi opinión, hay un cierto tufillo machista que me sorprendió.

 

Las interpretaciones brillan a gran altura. Viggo Mortensen se ha aficionado a hacer películas con varias capas de costra encima, pero es un magnífico actor y vuelve a demostrarlo en esta película. El joven Smit-McPhee lo acompaña con mucha solvencia: las escenas entre ellos, llenas de silencios, miradas y complicidad paterno-filial (ambos actores hicieron una gran amistad en el rodaje), son de lo mejor de la cinta. Charlize Theron, en un personaje no muy agradecido por los motivos que he expuesto anteriormente, correcta y tan guapa como siempre. Por último, casi testimoniales, las apariciones de Robert Duvall, que está inmenso como de costumbre y Guy Pearce.

 

Una muy buena película que no os deberíais perder.

domingo, 18 de abril de 2010

El club de la lucha (1999), de David Fincher.

TÍTULO ORIGINAL: Fight Club
AÑO: 1999    
DURACIÓN: 139 min.

PAÍS: Estados Unidos

DIRECTOR: David Fincher
GUIÓN: Jim Uhls (Novela: Chuck Palahniuk)
MÚSICA: The Dust Brothers (Michael Simpson & John King)
FOTOGRAFÍA: Jeff Cronenweth
REPARTO: Brad Pitt, Edward Norton, Helena Bonham Carter, Meat Loaf, Jared Leto, Van Quattro, Markus Redmond, Michael Girardin, Rachel Singer, Eion Bailey
PRODUCTORA: Fox 2000 Pictures / Regency Enterprises / Linson Films

 

Valoración: 5,5.

 

El Club de la lucha es ese tipo de películas que, al igual que ocurre con los gusanitos de maíz, no son más que aire y encima alimentan bastante poco. Mi sexto sentido cinéfilo me estuvo previniendo a lo largo de los años. Le oía susurrar noche tras noche en mis oídos: “a veces, mil millones de moscas pueden estar equivocadas”. Y en mi opinión, lo están.

 

Si hubiera que describirla con dos palabras, estas serían pretenciosidad y absurdez. Así es, de hecho: David Fyncher firma una absurda y pretenciosa película que no dice nada, un puro artificio que se convirtió en el icono de una parte de mi generación, tal vez por su estética novedosa y efectista, heredera directa de la MTV, la palabrería del guión y, como no, el giro del mismo que la hizo famosa y que inspiró posteriores trabajos de otros directores en la misma línea. Si hay algo por lo que El Club de la lucha debería ser recordada, más que por su calidad, es por ser la precursora de una serie de películas que fueron mucho mejores que esta, como podrían ser Memento o la excelente El Maquinista.

 

Edward Norton interpreta a un joven perito de seguros con problemas de insomnio y adicto a las terapias de grupo. En una de estas terapias conoce a la autodestructiva Marla Singer (Helena Bonham Carter) y, algo más tarde, a un peculiar desconocido, llamado Tyler Durden (Brad Pitt), que le introducirá en el misterioso Club de la Lucha. Entre las idas y venidas del triángulo amoroso que se establece entre los tres personajes y el descubrimiento paulatino de los verdaderos fines del club por parte del protagonista, tan crípticos al principio como al final de la historia, se vertebra esta cinta pretendidamente transgesora, insulsa de facto y definitivamente prescindible.

 

Up in the air (2009), de Jason Reitman.

 

TÍTULO ORIGINAL: Up in the Air
AÑO: 2009

DURACIÓN: 109 min.PAÍS    
[Estados Unidos]       (Novedad) Sección visual
DIRECTOR: Jason Reitman
GUIÓN: Jason Reitman, Sheldon Turner (Novela: Walter Kirn)
MÚSICA: Rolfe Kent
FOTOGRAFÍA: Eric Steelberg
REPARTO: George Clooney, Vera Farmiga, Anna Kendrick, Jason Bateman, Tamala Jones, J.K. Simmons, Danny McBride, Chris Lowell, Zach Galifianakis, Steve Eastin
PRODUCTORA: Paramount Pictures / Hard C / The Montecito Picture Company
WEB OFICIAL: http://www.theupintheairmovie.com/

 

Valoración: 9.

 

Muy posiblemente, la gran derrotada en los Oscars, con seis nominaciones a los premios de la academia de las que no se llevó ninguna, Up in the air es el siguiente largometraje de Jason Reitman tras Juno, en esta ocasión firmando él también el guión junto a Sheldon Turner y escapándose de la fuerte impronta de Diablo Cody, que se podía percibir en Juno, su anterior obra.

 

Up in the air narra las peripecias de Ryan Bingham (George Clooney), un empleado de una empresa a la que otras subcontratan para despedir a sus empleados, viajando sin parar a lo largo y ancho de los Estados Unidos, acumulando puntos de diferentes compañías aéreas, y dando conferencias sobre su peculiar estilo de vida a ejecutivos de todo el territorio. La incorporación de Natalie Keener (Anna Kendrick) a su empresa, una joven con ideas innovadoras que podría poner en peligro su propio puesto y su anhelo de alcanzar el millón de millas aéreas y una selecta tarjeta de club, así como la irrupción en su vida de Alex Goran (Vera Farmiga), casi una versión femenina de él mismo, ponen en marcha poco a poco la película.

 

Up in the air es una comedia elegante y costumbrista, con un guión robusto y personajes creíbles y humanos, crítica con esa seudocultura empresarial del mundo anglosajón, que es fría, aséptica y muchas veces sonrojante, muy amiga de utilizar eufemismos para enmascarar dramas personales, como puedan ser un despido o una reducción de plantilla a gran escala. La película se nos hace cercana, porque hemos embebido esas estúpidas e hipócritas prácticas en nuestras sociedades mediterráneas.

 

Por otro lado, hay también una apuesta por los modelos tradicionales de familia y los peligros de la “single life”, que personalmente me parece lo más interesante de esta película. El cine de Reitman no está exento de cierta moralina, pero al mismo tiempo, y esto es algo que me agrada particularmente, mezclada con grandes dosis de sentido común y una aceptación y respeto por las diferentes actitudes de los protagonistas de sus películas.

 

El trio protagonista brilla a gran altura, compuesto por un George Clooney que demuestra por enésima vez que es un gran actor, la para mi atractivísima Vera Farmiga, excepcional en su papel, ambos desplegando una gran química actoral, y la joven Anna Kendrick, también excelsa en su trabajo, nominada por él a la mejor actriz de reparto en los Oscars de la pasada edición de los premios de la Academia. También esta por ahí  Jason Bateman, un habitual ya en el cine de Reitman, un actor, que a mi entender, resulta la mayoría de las veces un tanto insulso. En definitiva, una gran película, muy recomendable.

sábado, 27 de febrero de 2010

Grizzly Man, de Werner Herzog (2005)

TÍTULO ORIGINAL: Grizzly Man
AÑO: 2005
DURACIÓN: 104 min.
PAÍS: Estados Unidos

DIRECTOR: Werner Herzog
GUIÓN: Werner Herzog
MÚSICA: Richard Thompson
FOTOGRAFÍA: Peter Zeitlinger
REPARTO: Documentary, Timothy Treadwell, Amie Huguenard, Warren Queeney, Willy Fulton
PRODUCTORA: Lions Gate Films / Discovery Docs
WEB OFICIAL: http://www.grizzlymanmovie.com/grizzly.html

 

Valoración: 8.

 

Grizzly man es un documental del alemán Werner Herzog, que cuenta  los últimos años de Timothy Treadwell, más conocido como Grizzly man, un neoyorquino que un buen día decidió, tras un historial de problemas mentales, alcoholismo y drogadicción, que su misión era la de proteger a los enormes osos grises de Alaska, hasta que uno de estos animales lo devoró a él y a su novia, el cinco de octubre de 2003. Con material de archivo grabado por el propio Treadwell durante sus ininterrumpidas trece campañas veraniegas en el parque nacional de Katmai y las entrevistas posteriores con familiares, amigos y personal de la reserva que conocieron a Treadwell, Werner Herzog firma un documental en el que disecciona la fascinante, grotesca pero ante todo, hipnótica personalidad de este individuo rematadamente perturbado, reflexionando de paso sobre la relación entre el hombre y la naturaleza.

 

Cuando uno ve a Treadwell aproximarse tanto a estos animales (incluso vemos como se baña junto a ellos), maravilla que no hubiera encontrado su triste final mucho antes, si tenemos en cuenta que los osos Grizzly son la tercera especie de osos más grande del planeta, con ejemplares que de media miden más de dos metros en posición bipeda y pesan alrededor de trescientos ochenta kilos, capaces de matar a un caballo.

 

En las filmaciones, Treadwell se revela como una persona profundamente bipolar, que una mañana ama a todas las cosas vivas que le rodean y otra se pierde en monólogos en los que podemos entrever un alma rota para siempre, que se ha refugiado en páramos remotos, incapaz ya de volver a una sociedad que le ha vencido. Resulta imposible permanecer impasibles ante este pobre hombre que, aun siendo capaz de posar la mano en esas peligrosas y salvajes moles peludas, es débil y cobarde ante su propia existencia.

 

Finalmente, la familia y los amigos de Timothy, así como el personal del parque nacional que tuvo que lidiar con las repetidas violaciones del reglamento del parque que Treadwell cometía (tuvieron que crear normas exclusivamente para él), terminan otorgando a la película un tono de comedia y dislate, quizás no buscado, pero que está presente de manera intrínseca a la rocambolesca odisea del personaje.

 

Grizzly man, por tanto, es en mi opinión una muy interesante película, con momentos realmente fascinantes y un protagonista, Timothy Treadwell, de una mediocridad simplemente irrepetible.

miércoles, 13 de enero de 2010

"Zombieland", de Ruben Fleischer (2009)

TÍTULO ORIGINAL: Zombieland
AÑO: 2009
DURACIÓN: 85 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Ruben Fleischer
GUIÓN: Paul Wernick, Rhett Reese
MÚSICA: David Sardy
FOTOGRAFÍA: Michael Bonvillain
REPARTO: Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Emma Stone, Abigail Breslin, Amber Heard, Bill Murray
PRODUCTORA: Columbia Pictures / Relativity Media / Pariah
WEB OFICIAL: http://www.sites.sonypicturesreleasing.es/sites/zombieland_site/#/home/

Valoración: 7.

El sub-género terrorífico de zombies, que inventara el maestro George A. Romero allá por el año 1968 con La Noche de los Muertos Vivientes, goza en la actualidad de una salud envidiable, ya sea en el cine, en la literatura o en los comics. Cintas como 28 días despues de Danny Boyle, libros como La Guía de Supervivencia Zombi de Max Brooks o excelentes comics como Los Muertos Vivientes de Robert Kirkman, demuestran a las claras que los no muertos estan de moda, ahora más que nunca.

Uno de los atractivos del cine de zombies ha sido siempre su capacidad metafórica y representativa de nuestra sociedad real, como muy bien entendió George A. Romero en sus películas, que realizo cine de autor bajo un envoltorio de cine de género. Además, películas como Zombies Party de Edgar Wright y esta Zombieland que nos ocupa, han explorado las posibilidades cómicas que ofrece, que son muchas. No obstante, y aunque en los últimos años el cine de zombis ha evolucionado hacia fórmulas más acordes con los tiempos, transformando a zombis en infectados hiperactivos, los planteamientos y maneras no han cambiado en lo esencial: volver de la muerte, ya sea por radiaciones electromagnéticas o pavorosas pandemias, da mucha hambre.

Zombieland cuenta las andanzas de Columbus (Jesse Eisenberg), un nerd fracasado que deambula por unos Estados Unidos desolados por un holocausto zombi siguiendo un estricto manual de normas de supervivencia que, hasta el momento, le han salvado el pellejo. En su camino se cruzaran algunos compañeros de viaje que no espera, como Tallahassse (Woody Harrelson) y las hermanas Wichita (Emma Stone) y Little Rock (Abigail Breslin), que le obligarán a plantearse si ha de romper o no las reglas que el mismo se ha impuesto.

Tras unos fantásticos créditos iniciales, Zombieland se desarrolla entre la comedia gamberra, el terror clásico y el cine independiente, pero a mi me da la sensación de que con tanta mezcolanza se quedaron cortos con la pimienta. A Zombieland le falta un poco más de mala baba, algo que espero corrijan en la secuela, consecuencia comprensible gracias a sus buenos ingresos en taquilla. Zombieland, por tanto, aún siendo muy entretenida y con momentos memorables (como cierto cameo que encantará a muchos de vosotros), se queda a medio gas con un cierto regustillo happy end que planea sobre todo el metraje. Zombieland, bajo su caparazón salvaje, palpita un corazón tan blando como el del personaje de Tallahassse.

El reparto, todo un acierto. Jesse Eisenberg, el protagonista, interpreta con solvencia a un nerd que, paradójicamente, comienza a socializarse cuando la sociedad que conocía se ha derrumbado. Woody Harrelson, que se nota que se lo pasó muy bien rodando esta película, no tiene problemas en dar vida a un tipo duro no demasiado inteligente, pero con gran corazón., entregándose a histrionismos y desmanes que requería el papel. Emma Stone (guapísima) y Abigail Breslin (Little Miss Sunshine), que poco a poco interpreta papeles alejados del personaje inocente y angelical que la descubrio para el gran público, dan la réplica femenina.

Si te gusta el cine de zombis, las películas gamberras y quieres echarte unas risas, Zombieland es tu película para este fin de semana.

martes, 12 de enero de 2010

El pacto: para mear y no echar gota.

Fernando Colomo realiza para telecinco esta mini-serie, basada en un hecho real ocurrido en la localidad estadounidense de Gloucester (Massachussets), en verano del 2008, cuando dicesiete adolescentes de un colegio privado quedaron embarazadas al mismo tiempo. La COFAPA (Confederación de Padres de Alumnos), de carácter conservador, ha pedido que la serie sea retirada de la parrilla, por considerar que "trivializa algo tan importante como la maternidad".

Si os tomais la molestia de echar una ojeada a la reseña que de El Pacto hace la propia cadena en su web, comprobareis que tanto el caso real que da origen a la adptación, como la adaptación en sí, es otro más de los despropósitos televisivos de nuestro país, y un aireamiento gratuito y contraproducente (con el agravante de hacerlo a traves de la ficción y la posibilidad de imitación, que nadie nos puede garantizar que no se vaya a producir) de las estupideces y dislates que un crío o cría de quince años puede perpetrar para retar a sus padres, como parece fué la causa de este pintoresco suceso preñatorio.

Uno de mis contactos del Facebook comentaba que antes de solicitar la modificación de la programación de las televisiones, los padres harían bien en simplemente mandar a la cama a los menores de edad a determinadas franjas horarias. Pero qué padre occidental, en pleno siglo XXI, puede mandar a la cama a una quinceañera, a las diez y media de la noche de un domingo. Independientemente de si las causas de la COFAPA son legítimas y más allá de los reparos que la asociación pueda suscitar, por su marcado carácter conservador, me sigue sorprendiendo la facilidad y ligereza con la que las televisiones privadas de este pais, tratan asuntos tan delicados como la maternidad de una menor de edad. Pero bueno, ya sabemos todos como se las gastan estos de la caja tonta.

viernes, 8 de enero de 2010

Solomon Kane, de Michael J. Bassett (2009)

TÍTULO ORIGINAL: Solomon Kane
AÑO: 2009
DURACIÓN: 104 min.
PAÍS: Reino Unido
DIRECTOR: Michael J. Bassett
GUIÓN: Michael J. Bassett (Personajes: Robert E. Howard)
MÚSICA: Klaus Badelt
FOTOGRAFÍA: Dan Laustsen
REPARTO: James Purefoy, Max Von Sydow, Pete Postlethwaite, Rachel Hurd-Wood, Alice Krige, Mackenzie Crook, Ryan James, Kenny Mitchell, Stewart Moore, Mark O'Neal
PRODUCTORA: Coproducción Reino Unido-Francia-República Checa; Davis-Films / International Production Company / Wandering Star Pictures
WEB OFICIAL: http://www.solomonkane.com

Valoración: 6.

La literatura pulp tuvo su mayor apogeo en los Estados Unidos, allá por las décadas de los años 30, 40 y 50, en revistas tan míticas como Weird Tales, Amazing Stories o Black Mask, que gozaron de un gran tirón popular. Autores tan conocidos como H. P. Lovecraft, Robert Bloch, Clark Ashton Smith, Robert E. Howard o L. Ron Hubbard, narraron en ellas historias detectivescas, westerns, relatos de ciencia ficción o de fantasía heroíca, género este último en el que Robert E. Howard demostró un talento muy particular. Narrador sin par y casi un erudito en historia antigua, de su pluma han surgido héroes mundialmente conocidos como Conan de Cimmeria, Sonja La Ronja o el picto Bran Mak Morn, entre muchos otros. Solomon Kane, un puritano espadachín del siglo XVI, es uno de los menos conocidos del genio de Texas, ahora adaptado para el cine por Michael J. Bassett, lamentablemente con no muy buena fortuna.

Solomon Kane, tras toparse con un esbirro del diablo, da por término a sus fechorías como corsario en tierras africanas y se recluye por propia voluntad en un monasterio, entregándose a una vida contemplativa en la que poder expiar sus inumerables pecados. Tras verse obligado a abandonar su retiro espiritual por la misma iglesia, decide volver a las tierras de su padre, al condado de Devonshire en el sudoeste de Inglaterra. Los parajes de su niñez se hallan ahora bajo el terror de un misterioso hechicero llamado Machali.

Exceptuando la primera entrega de Conan, aquella muy digna cinta dirigida por John Milius y producida por Dino de Laurentis, en la que un jovencito Arnold Schwarzenegger daba espadazos al ritmo de la prodigiosa banda sonora compuesta por Basil Poledouris, a Robert E. Howard nunca le ha ido bien con el invento de los hermanos Lumiere. Esta no es la excepción, por dos poderosas razones: la pésima en mi opinión, dirección artística y lo pobre del guión.

Uno de los encantos del personaje, que Howard supo manejar sobre el papel, fué siempre lo brumoso de su pasado, un pasado que intuimos es la semilla del fanatismo de sus actos, en su lucha sin cuartel contra las fuerzas del mal. Michael J. Basett, incomprensiblemente, decide poner fin a esta "laguna" y se lanza a contarnos sin ninguna necesidad porqué Solomon Kane se lia a espadazos contra demonios y hechiceros, en una Inglaterra que no sabemos muy bien si es Mordor o efectivamente, la albión del siglo XVI, gracias al afán por ensuciar escenarios, vestiduras, personas y figurantes, en una de las direcciones artísticas más torpes que he visto en mucho tiempo.

El guión, que firma el propio director, ligeramente inspirado en escenas dispersas de los relatos cortos del personaje, es un batiburrillo de escenas inconexas, previsibles, con antagonistas que aparecen brevemente y mal, que remata con un climax que no consigue dar el do de pecho.

El reparto hace lo que puede, destacando el gran Max Von Sidow en el papel de padre de Solomon (que ya apareció por cierto en el Conan de Milius con un papel no muy distinto a este) y James Purefoy, que protagoniza la cinta con algún que otro mohín de hombre sufrido. Tambien anda por ahi Pete Postlethwaite, que siempre luce.

En fin, un producto de serie B que, aunque termina entreteniendo, nunca mereció el bueno de Solomon Kane. Con este precedente, tiemblo solo de pensar en lo que nos espera con la Red Sonja de Robert Rodriguez o la adaptación de las aventuras de Bran Mak Morn, que aún no cuenta con director.

domingo, 20 de diciembre de 2009

"Avatar", de James Cameron (2009).

TÍTULO ORIGINAL: Avatar
AÑO: 2009
DURACIÓN: 161 min.
PAÍS: Estados Unidos.
DIRECTOR: James Cameron
GUIÓN: James Cameron
MÚSICA: James Horner
FOTOGRAFÍA: Mauro Fiore
REPARTO: Sam Worthington, Zoe Saldana, Sigourney Weaver, Stephen Lang, Michelle Rodriguez, Giovanni Ribisi, Joel Moore, Wes Studi, CCH Pounder, Laz Alonso
PRODUCTORA: 20th Century Fox / Lightstorm Entertainment / Giant Studios Inc.
WEB OFICIAL: http://www2.avatarmovie.com/

Valoración: 10.

Avatar es casi un milagro. James Cameron se ha gastado 500 millones de dólares para cambiar la historia del séptimo arte ofreciendo un espéctaculo que nunca antes se había visto en una sala de cine, usando para ello todos los avances técnicos que había hasta este momento, llevándolos un paso más allá e inventando otros nuevos. Avatar es sin ninguna duda, simple y llanamente, la primera película del siglo XXI.

Pandora y sus habitantes son reales hasta un punto que antes no se creía posible. Cada poro de piel, cada movimiento de los Na'vi, cada sonrisa de Neytiri, cada rama, roca y explosión digital nos maravilla y emociona, pero siempre al servicio de la historia, que sin bien no es original en absoluto, poco importa. Avatar consigue lo que antes fue por lo general un quiero y no puedo: lo real y lo imaginario son uno por la gracia de la tecnología digital y ya no hay limites a la imaginación. Ya no hay historias que no se puedan contar a veinticinco fotogramas por segundo, por titánicas que estan sean. Mundos ignótos cobran vida y son reales, tangibles, con huesos, carne, alma y corazón. En la pantalla, pero estan ahi. Y emocionan. Y fascinan. Y le dan al cine ese sentido del espéctaculo total que había perdido.

En el año 2135, las corporaciones de la Tierra pretenden expoliar Pandora, un planeta de una biología exhuberante, habitado por los Na'vi. Con la ayuda de especimenes fabricados con ADN humano y Na'vi, llamados Avatar, controlados a distancia por un equipo de humanos dirigido por la doctora Grace (Sigourney Weaver), las fuerzas terrestres pretenden convencer a los aborígenes de que les permitan extraer un mineral altamente energético que se haya bajo la superficie del planeta. A este escenario lleno de tensión, llega Jake Sully (Sam Worthington), un ex-marine parapléjico que, tras la sorpresa inicial, irá descubriendo poco a poco los misterios y maravillas que encierra Pandora.

James Cameron no tiene reparos en echar mano de viejos clichés y conceptos ya trillados en anteriores películas e incluso usados en su propia filmografía (Aliens y Titanic, por citar dos ejemplos). Es consciente de cual es la verdadera fuerza de la película y en qué lugar juega sus mejores bazas. Sin embargo, no descuida por ello la historia y los personajes. Desde los tiempos de Aristoteles, las grandes historias que se han leido en los libros o se han visto en el teatro o el cine son siempre las mismas y los personajes que hay en ellas, arquetípicos. No faltaran con Avatar los pregoneros de la cámara en mano, el minimalismo formal, el feísmo y la transgresión, a los que le contraríen el clasicismo y los conflictos de libro que plantea el guión. No dudo que se les escapará cuánto hay de viejo y de nuevo en esta película.

Vedla, por vuestras vidas.

lunes, 7 de diciembre de 2009

La revista Empire celebra sus veinte años de historia.

La revista cinematográfica Empire, celebra sus veinte años de existencia publicando esta excepcional galería de imagenes, donde varios actores de hollywood recrean las películas que los hicieron mundialmente famosos o acabaron de consagrarles. Actores como Jack Nicholson, Clint Eastwood, Mel Gibson, Morgan Freeman, Arnold Schwarzenegger, Anthony Hopkins o Jodie Foster, aparecen a lo largo de estas magníficas fotos que no he podido resistirme a mostraros. Que las disfruteis.
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