AÑO: 2009
DURACIÓN: 96 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Sam Raimi
GUIÓN: Sam Raimi, Ivan Raimi
MÚSICA: Christopher Young
FOTOGRAFÍA: Peter Deming
REPARTO: Alison Lohman, Justin Long, Lorna Raver, David Paymer, Dileep Rao, Reggie Lee, Adriana Barraza
PRODUCTORA: Universal Pictures / Ghost House Pictures / Mandate Pictures
WEB OFICIAL: http://www.dragmetohell.net/
Valoración. 7.
He de confesar que no soy lo que se llama un apasionado del terror. No por la razón que estais pensando, que soy un gallina. Antes el contrario: las películas de terror por regla general no me dan miedo, algo que es, imagino, requisitio indispensable para disfrutar del género. Drag me to hell tampoco me asustó (salvo en un par de ocasiones). Lo que sí hizo y en grandes cantidades, fué divertirme.
Christine Brown, una joven empleada de banco, se ve obligada a denegar la renovación de la hipoteca a una anciana del este que, en venganza, le maldice, con funestas consecuencias para la joven, que verá como, poco a poco, su vida se conviete en un infierno.
Bajo esta premisa, que no es otra que la de hacer víctima de una maldición gitana de los de toda la vida al personaje interpretado por Alison Lohman, Sam Raimi vuelve a sus origenes y se divierte y nos divierte, con una película de miedo que asusta a medias, que tira más de lo grotesco y lo escatológico (atentos a las contribuciones poco higienicas del personaje de Sylvia Ganush, interpretado por Lorna Raver) que del suspense, hasta el punto de arrancar más de una sonrisa ante lo absurdo de algunas escenas. Además, al menos en mi caso, logra que no empatizemos con la protagonista, aumentando así la diversión y dotando a la historia de un cierto aire de fabula con moralina incluida, de tal manera que el visionado de esta cinta es de lo más recomendable para todos aquellos aficcionados al cine de terror y otros que simplemente quieran pasarselo en grande en el cine.
He de confesar que no soy lo que se llama un apasionado del terror. No por la razón que estais pensando, que soy un gallina. Antes el contrario: las películas de terror por regla general no me dan miedo, algo que es, imagino, requisitio indispensable para disfrutar del género. Drag me to hell tampoco me asustó (salvo en un par de ocasiones). Lo que sí hizo y en grandes cantidades, fué divertirme.
Christine Brown, una joven empleada de banco, se ve obligada a denegar la renovación de la hipoteca a una anciana del este que, en venganza, le maldice, con funestas consecuencias para la joven, que verá como, poco a poco, su vida se conviete en un infierno.
Bajo esta premisa, que no es otra que la de hacer víctima de una maldición gitana de los de toda la vida al personaje interpretado por Alison Lohman, Sam Raimi vuelve a sus origenes y se divierte y nos divierte, con una película de miedo que asusta a medias, que tira más de lo grotesco y lo escatológico (atentos a las contribuciones poco higienicas del personaje de Sylvia Ganush, interpretado por Lorna Raver) que del suspense, hasta el punto de arrancar más de una sonrisa ante lo absurdo de algunas escenas. Además, al menos en mi caso, logra que no empatizemos con la protagonista, aumentando así la diversión y dotando a la historia de un cierto aire de fabula con moralina incluida, de tal manera que el visionado de esta cinta es de lo más recomendable para todos aquellos aficcionados al cine de terror y otros que simplemente quieran pasarselo en grande en el cine.
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