The Big Bang Theory.

Ocurrió una vez que algunas moléculas fragmentadas de comedias de situación como The IT Crowd o Friends se fusionaron con nubes dispersas formadas por emanaciones geek, nerd y freak del universo. Durante meses, estos elementos, sujetos a violentas reacciones químicas, fueron lentamente tomando la forma de una esfera terriblemente compacta y robusta del tamaño de una pelota de golf, hasta que colisionó con los talentos de los productores Chuck Lorre (Two and a half men) y Bill Prady (Gilmore Girls), estallando y expandiéndose hasta convertirse en la que es, probablemente ya, una de las mejores comedias televisivas de los últimos años.

Leonard (Johnny Galeki) y Sheldon (Jim Parsons) son dos físicos que comparten piso en Los Ángeles, entregados a su trabajo como científicos y sus aficciones, que son en su mayor parte la de leer comics, jugar a la Xbox, cenar comida asiática y quedar con sus amigos Howard (Simon Helberg) y Rajesh (Kunal Nayyar), tan científicos, geeks e inadaptados socialmente como ellos, hasta que Penny (Kaley Cuoco), una atractiva actriz que trabaja de camarera mientras sueña con el papel de su vida, se muda al piso de enfrente, trastocando por completo las apacibles y freaks existencias de los cuatro amigos.

Sheldon Cooper, magníficamente interpretada por Jim Parsons, que ha sido nominado este año al mejor actor principal de comedia en los premios Emmy de televisión, se convierte, a partir del segundo episodio de la serie, en el alma mater de la misma. Sheldon es ególatra, bastante maniaco, extremadamente inteligente, muy freak y muy, muy divertido. Absolutamente ausente de todo lo que no sea la ciencia, los comics, los videojuegos y Star Trek, y probablemente aquejado del síndrome de Asperger, lo que le impide entender el sarcasmo y sentir empatía, suyos son en general los mejores momentos de cada capitulo, sin olvidarnos de Howard, un judio con un pésimo gusto al vestir, con ínfulas de galán pero en realidad un completo inepto con las mujeres que vive con su madre (de la que solo oimos su desagradable voz) y Rajesh, un hindú que es incapaz de hablar en presencia de mujeres, a no ser que esté bebido o bajo el efecto de alguna droga experimental.

Los personajes de Penny y Leonard son el contrapunto a este trio demencial, ya que este último, aun siendo tan freak como ellos, es mucho más sociable y abierto a nuevas experiencias que sus compañeros y está deseoso de evolucionar vitalmente, a ser posible en compañía de Penny., de la que está enamorado. La tensión sexual entre ambos es en realidad el punto y partida de esta serie que está, en mi opinión, llamada a ser la más popular del final de esta década. Y si no lo creeis, estoy dispuesto a jugarmelo con vosotros a piedra, papel, tijera, lagarto, spock.