domingo, 4 de mayo de 2008

Críticas de cine: Rashomon de Akira Kurosawa.

TITULO ORIGINAL: Rashomon
AÑO: 1950
DURACIÓN: 83 min.
PAÍS: Japón
DIRECTOR: Akira Kurosawa
GUIÓN: Akira Kurosawa & Shinobu Hashimoto
MÚSICA: Fumio Hayasaka
FOTOGRAFÍA: Kazuo Miyagawa (B&W)
REPARTO: Toshiro Mifune, Masayuki Mori, Machiko Kyo, Takashi Shimura, Fumiko Homma, Minoru Chiaki
PRODUCTORA: Daiei

Nota: 10.
Uno de los personajes de la película, dice en uno de los momentos de la cinta, transcurridos dos terceras partes del metraje aproximadamente: "Aqui, en la puerta de Rashomon, vivía un demonio y dicen que se fué porque tenía miedo de los hombres". Esta frase, en su sencillez, haciendo referencia a una vieja leyenda japonesa, condensa todos los temas que aborda esta extraordinaría película del gran maestro japonés Akira Kurosawa.

Los tres hombres bajo la puerta de Rashomon.

Basada en los cuentos "La puerta de Rashomon" y "En el bosque" del escritor Ryunosoke Akutagawa, cuenta un crimen desde varios puntos de vista diferentes. Entre ellos, el de los testigos, el de las víctimas (incluido el muerto) y el del criminal. A su vez, la película está estructurada en dos partes, que corresponden a los dos cuentos en los que está basada. Por un lado, las conversaciones que tienen lugar entre los tres hombres que aguardan bajo la puerta de Rashomon a que pase la tormenta, mientras discuten sobre el crimen perpetrado y los dilemas morales que surjen a causa del suceso y de otro, los testimonios de los implicados en el crimen, el ladrón Tajomaru (Toshiro Mifune), el samurai Takehiro Kanazawa (Mayazuki Mori) y su mujer Masako Kanazawa (Machiko Kyo).

Toshiro Mifune y Machiko Kyo.

Además, las dos partes tienen un tratamiento bien diferenciado en lo que al tempo se refiere. Mientras los tres hombres bajo la puerta de Rashomon parecen desenvolverse en una obra de teatro cuyo escenario es la propia puerta, medio derruida y cubil para ladrones y donde se abandonan niños recién nacidos (esta puerta existió realmente en la era Heian del japón feudal, siendo una de las dos grandes puertas de acceso de la ciudad de Kioto), los flashbacks que siguen a cada testimonio de los implicados en el crimen (que hablan a la cámara presumiblemente ante algún gobernador o tribunal que nunca vemos) parecen tener una dinámica mucho más cinematográfica y la trama adquiere un brío inusitado.

La esposa vejada testifica ante el tribunal,
con el leñador (Takashi Shimura)
y el sacerdote (Minoru Chiaki) al fondo.

Es en estos momentos cuando sobresale el trabajo de Toshiro Mifune, que compone un ladrón que es a partes iguales bufón y asesino, que se arrastra por el suelo como una serpiente o brinca y salta como un mono. Simplemente espectacular. Una de las cosas a resaltar de la película es el trabajo actoral, realmente bueno y las excelencias del guión.

Kurosawa trata, con gran maestría, los grandes temas de toda su filmografía, en este caso el de las miserías del alma humana, que desgraciadamente y como todos sabemos, son ciento, con un final inesperado con afanes redentorios que da el broche final a esta mágnifica película que he tenido el gusto de ver recientemente. No sin razón, está considerada la gran obra maestra de su director, que incluso tuvo un remake americano protagonizado por Paul Newman (The Outrage, Cuatro confesiones, 1964) y ha inspirado a muchas otras. Entre ellas, Snake Eyes (Ojos de Serpiente, 1998) de Brian de Palma y protagonizada por Nicolas Cage y la muy reciente Vantange Point (En el punto de mira, 2008).

Imprescindible para todo buen cinéfilo que se tenga por tal.

2 comentarios:

alicia dijo...

Pedazo peliculón donde los haya, digna de un maestro como Kurosawa, el personaje que cambia mas de una versión a otra es el de la mujer, lleno de matices, pero Toshiro está realmente espectacular, y con el uso de la lluvia como sólo podía hacerlo Kurosawa. Precisamente dentro de muy poco pienso hablar de una película que está basada en ella.

Anchiano dijo...

Muchas gracias por pasarte por mi blog, ante todo.

Tienes razón en que el personaje de la mujer es el que más cambia. No en vano es el objeto de deseo que provoca el crimen. Yo soy un gran admirador de Kurosawa, desde que ví "Los Siete Samurais" hace muchos años. Ahora me gustaría hacerme con "El Angel Borracho", a ver si la encuentro.

Estaré atento a ese post ;)
Saludos.

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